Diego Simeone tuvo problemas para contener las lágrimas mientras lideraba al Atlético de Madrid hacia la victoria en su partido número 700 a cargo.
Simeone rompió otro récord en la capital española cuando los rojiblancos regresaron del parón internacional con una victoria clave.
Los goles tardíos de Antoine Griezmann y Alexander Sorloth permitieron al Atlético de Madrid remontar para ganar 2-1 en casa al Alavés y ascender al segundo lugar en La Liga durante la noche.
Sin embargo, la atención posterior al partido se centró firmemente en Simeone, con el argentino en el centro de una reunión de medios en el túnel.
En una rara muestra de emoción de Simeone, no pudo completar sus entrevistas posteriores al partido, ya que se le hizo un nudo en la garganta al pensar en su futuro.
“Simplemente vivo el ahora. Es un buen momento, los chicos están trabajando con mucha responsabilidad e interpretando lo que necesitamos y queremos. Estoy en paz. Estoy en un lugar que amo mucho”, según citas del Diario AS.
El Atlético de Madrid volverá a la acción de la UEFA Champions League a mitad de semana mientras los pupilos de Simeone afrontan un viaje vital a Sparta de Praga.