Los aficionados del Atlético se lanzaron contra Courtois poco después de que el Real Madrid se adelantara en el marcador por medio de Eder Militao y comenzaron a lanzar botellas de plástico, mecheros e incluso una bolsa de basura dirigida al portero. El árbitro se vio obligado a detener el partido después de que tres advertencias no surtieran el efecto deseado a medida que la situación se agravaba, lo que provocó una suspensión de 15 minutos.
Como respuesta a los problemas con el público, el comité de competición de la RFEF ha ordenado el cierre parcial del estadio durante tres partidos, en especial en el Fondo Sur del Estadio Metropolitano, la zona desde la que se lanzaron los misiles. El club también tendrá que pagar una multa de 45.000 euros (37.000 libras esterlinas/49.000 dólares) como parte del castigo. Esta medida disciplinaria se considera una declaración contundente de la federación, que destaca que este tipo de comportamiento no será tolerado en el fútbol español.
Tras el incidente, el Atlético de Madrid ha reaccionado rápidamente sancionando de por vida a un aficionado, identificado como uno de los autores del lanzamiento de objetos al terreno de juego. El club también ha anunciado que está trabajando estrechamente con la policía local para identificar y sancionar a otras personas implicadas en el incidente. Además, el Atlético se ha comprometido a implementar cambios en las políticas del estadio para evitar que se repitan incidentes similares en el futuro y prohibirá a los aficionados llevar prendas que oculten su identidad, como pasamontañas, que se vio llevar a algunos aficionados en las gradas durante el derbi.
El cierre de la grada Fondo Sur afectará a los encuentros en casa del Atlético ante el Leganés, Las Palmas y el Alavés, aunque el conjunto rojiblanco se reserva el derecho a recurrir la decisión de la RFEF.
