4 de octubre – La Federación Española de Fútbol ha sancionado al Atlético de Madrid con el cierre parcial del estadio durante tres partidos. También se le ha impuesto una multa de 50.000 dólares después de que los disturbios entre el público detuvieran el partido de La Liga del domingo contra el rival de la ciudad, el Real Madrid, durante casi 20 minutos.
El árbitro suspendió el juego después de que se lanzaran objetos al portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, desde la tribuna inferior del Estadio Metropolitano. La RFEF ha ordenado ahora el cierre parcial de la parte inferior sur del estadio donde se encontraban los aficionados que provocaron los disturbios.
La RFEF calificó los hechos como “absolutamente inaceptables y no aceptó las alegaciones del Atlético sobre actos anteriores que de ninguna manera serían capaces de justificar los hechos que siguieron”.
En otro comunicado publicado por La Liga, se afirmó que se habían utilizado pruebas de varios casos de lenguaje insultante o despectivo. Con mensajes en las redes sociales supuestamente publicados por aficionados del Atlético que pedían a los aficionados usar mascarillas para poder abusar impunemente de la superestrella brasileña del Real Madrid, Vinicius Jr.
Las autoridades no informaron de ningún insulto racista contra Vinicius Jr. tras el partido. El Atlético, en una decisión tardía, también ha cambiado los estatutos para que los aficionados que lleven mascarillas para evitar ser identificados puedan ser expulsados inmediatamente del estadio.
Es de suponer que la resaca provocada por esta polémica jugó un papel importante en la pésima actuación del Atlético de Madrid en Lisboa, la capital de Portugal, cuando fueron demolidos sin piedad por 4-0 por el Benfica en la Liga de Campeones.
Con la leyenda argentina del entrenador, Diego Simeone (en la foto), ya bajo intensa presión después de un enfrentamiento sarcástico con Courtois, este revés lo ha puesto potencialmente bajo el mayor escrutinio de sus 12 años de reinado en Madrid. A pesar de haber firmado un contrato ampliado que lo mantendrá en el club hasta 2027, nadie es inmune a los errores, y Simeone ahora parece haberse puesto en la línea de fuego.