Hace tres semanas, uno de los derbis madrileños más tensos de los últimos tiempos hizo que los jugadores abandonaran el terreno de juego durante 15 minutos, después de que la sección de canto del Atlético de Madrid lanzara mecheros al portero del Real Madrid, Thibaut Courtois. Se ha hablado de dar ejemplo, pero la sanción parcial de no entrar en el estadio se ha reducido en apelación.
Los colchoneros tenían previsto cerrar el recinto del Fondo Sur durante tres partidos y ser multados con 45.000 euros, pero el Comité de Apelación ha rebajado la multa impuesta por la RFEF a 3.000 euros y la sanción a un solo partido. Mientras tanto, el Comité Antiviolencia sigue con su expediente abierto y ha recomendado la prohibición de jugar durante cinco partidos, pero eso todavía no se ha resuelto.
El propio Atlético ha prohibido a los aficionados de su misma sección comprar entradas para los partidos fuera de casa de los próximos cinco partidos y ha expulsado de por vida a cuatro aficionados. Esperan identificar a unos 20 autores más y dictar la misma sentencia.
El propietario Miguel Ángel Gil Marín ha protestado porque la recomendación del Comité Antiviolencia sería demasiado dura y castigaría a otros por las acciones de unos pocos. Mientras tanto, el resto de España ha exigido que el Atlético extirpe definitivamente a los elementos de la afición pertenecientes al Frente Atlético, el grupo de extrema derecha presente en el Fondo Sur.
