La semana pasada se ha vuelto a hablar mucho de la posibilidad de que LaLiga celebre su primer partido fuera de España, y actualmente se está trabajando para conseguir los permisos pertinentes de la FIFA y la Real Federación Española de Fútbol. El encuentro que pretenden celebrar en Estados Unidos es el teórico partido en casa del Barcelona contra el Atlético de Madrid, previsto para el 21 o 22 de diciembre.
La idea quedó en suspenso tras un intento anterior en 2019, cuando LaLiga intentó acoger el Girona-Barcelona en Miami, y fue bloqueada por el entonces presidente de la RFEF, Luis Rubiales, que mantenía una larga disputa con su homólogo Javier Tebas. Ahora, con una comisión interina al frente de la RFEF, debido a la suspensión del presidente Pedro Rocha, no hay oposición, Tebas está tratando de forzar el asunto, según informa la Cadena SER.
La opción más probable es que se celebre en el Hard-Rock Stadium de Miami, con capacidad para 65.000 espectadores, que asegura que podría tener el estadio listo para el partido, y luego albergar el partido de los Miami Dolphins contra los San Francisco 49ers en la NFL apenas horas después. Esa eliminatoria está programada para la tarde del domingo 22 de diciembre.
La luz verde de la Federación es una de las múltiples que se necesitan para que el partido siga adelante, y el socio de LaLiga, Relevent, está tratando de obtener el permiso necesario de la FIFA a tiempo para que se lleve a cabo. Según la información que tienen, hay dos posibles dudas que podrían retrasar las cosas por parte de la RFEF. Una es que el Barcelona pueda hacer exigencias a LaLiga, ya sean monetarias o reglamentarias, para seguir adelante con el partido. La otra es quién dará el visto bueno al asunto desde el comité interino de la RFEF, ya que entonces serían ellos los responsables legales.
Rocha fue suspendido por excederse en sus funciones como presidente interino y, claramente, ese es un temor tangible, pero la sensación en España es que Tebas finalmente puede ver cumplido su deseo de celebrar un partido en Estados Unidos. El Atlético de Madrid está ansioso por que se celebre, y el Barcelona también está abierto a ello, aunque el capitán del Atlético, José María Giménez, expresó su deseo de que el partido se mantenga en España. El entrenador del Barcelona, Hansi Flick, eludió la cuestión en su conferencia de prensa del martes.