Saúl Ñíguez se ha sincerado sobre su largo camino de regreso tras su lesión cedido en el Sevilla esta temporada.
Con su carrera en una encrucijada de cara a la campaña 2024/25, el internacional español aceptó una cesión por una temporada del Atlético de Madrid para revivir su suerte en La Liga. Los rojiblancos estaban felices de deshacerse de él, ya que su contrato expiraba en 2026 y su futuro en Madrid estaba en duda.
Sin embargo, su comienzo de vida en Andalucía se vio interrumpido por un nuevo revés por lesión, ya que un problema de cadera lo mantuvo fuera de juego desde mediados de septiembre. Mientras se prepara para volver a jugar antes de finales de 2024, el jugador de 30 años admitió que la última recuperación ha sido la más difícil de su carrera, incluido un período de regreso en Madrid para ayudar a su recuperación.
“Cuando entrenamos en el estadio antes del derbi lo pasé mal, pedí hacer parte de la recuperación en Madrid porque no estaba bien mentalmente. “El descanso me ha venido bien porque he echado de menos al equipo y lo importante es seguir aportando desde la grada o desde el banquillo”, según Marca.
“Mi intención siempre ha sido estar lo más cerca posible de mis compañeros. Me encuentro mucho mejor, cada día que pasa cojo más ritmo. Llevo seis días entrenando con el equipo”.
El Sevilla recibe a Osasuna en La Liga este fin de semana y, si Saúl no juega, debería hacerlo en el choque de Copa del Rey entre semana contra el Olot.
