Jesús Navas rompió a llorar en su último partido en casa con el Sevilla, el club de su infancia.
El jugador de 39 años se dispone a colgar las botas de una vez por todas a finales de diciembre tras una carrera llena de lauros.
Aunque su último partido será en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid la semana que viene, Navas se despidió del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán del Sevilla durante la victoria por 1-0 sobre el Celta de Vigo.
Al entrar en el campo, el español contuvo las lágrimas mientras recibía un emotivo abrazo en la línea de banda, antes de que le hicieran una guardia de honor mientras entraba al campo.
Con los aficionados cantándole una serenata y una grada con un gran tifo en homenaje a él, Navas parecía abrumado por la emoción mientras posaba para una foto con sus compañeros de equipo antes del saque inicial.
Después jugó 71 minutos del partido antes de ser sustituido en la segunda mitad. Pese a su edad, Navas tomó la decisión de colgar las botas debido a una lesión crónica en la cadera que le llevó a declarar: “No puedo más”.
Antes del partido, el astro del Sevilla publicó en las redes sociales: “Me cuesta dormir, ojalá se pare el tiempo”.
“Tantos recuerdos y emociones vividas juntas, y asombrado por tantas muestras de cariño”.
“Feliz por tanto, cuánto te quiero mi Sevilla”.
Una auténtica leyenda del club, Navas ha disputado 702 partidos con el Sevilla, el club de su infancia, con el que ganó cuatro Europa League, una Supercopa de la UEFA y dos Copas del Rey.
También pasó cuatro años en el Manchester City, donde disputó 183 partidos y ayudó al equipo a ganar su segundo título de la Premier League en 2013/14, su primera temporada en el Etihad.