El Sevilla ha decidido oficialmente cortar relaciones con su rival, el Real Betis, tras un tira y afloja durante la semana pasada.
El Betis decidió denunciar a los jugadores del Sevilla Juanlu Sánchez, Isaac Romero y José Ángel Carmona por llevar una bandera con el escudo del Betis y un cartel de “prohibido” encima tras el último derbi sevillano.
El trío acabó suspendido en la victoria de los nervionenses por 1-0 sobre el Celta de Vigo.
Relevo informa de que el vestuario del Sevilla también estaba furioso con el Betis.
El presidente del Betis, Ángel Haro, había defendido sus acciones el martes por la noche en la Asamblea General, señalando que se limitaron a llamar la atención sobre las imágenes, en lugar de quejarse.
“Me sorprendieron. Los profesionales tenemos que ser respetuosos con las instituciones y los símbolos.
No pedimos una sanción deportiva y no somos responsables de que les hayan suspendido un partido”.
Al día siguiente, el Sevilla emitió un comunicado oficial en el que declaraba que cortaba relaciones con sus rivales.
En un extenso comunicado, el Sevilla señaló que no sentía que los directivos del Betis hubieran estado al nivel requerido, y señaló que la pancarta se produjo en un contexto de una fuerte rivalidad y que no tenía la intención de ofender.
Expresaron su decepción y dijeron que habían pasado por alto casos similares en el pasado desde la otra dirección.
El Betis es el segundo equipo con el que el Sevilla corta lazos, después de que el Caso Negreira lo llevara a hacerlo con el Barcelona.
La rivalidad en Sevilla se ha vuelto particularmente acalorada en los últimos años, tanto dentro como fuera del campo. Esto solo aumentará aún más la tensión.
