El presidente de operaciones de fútbol del Aston Villa, Monchi, se unió al club para reunirse con Unai Emery en el verano de 2023, dejando atrás a su amado Sevilla.
A Monchi le encanta su trabajo en el Aston Villa, 18 meses después de unirse al club procedente de su amado Sevilla, y el presidente de operaciones de fútbol disfruta especialmente del perfil bajo que puede mantener en Birmingham.
Monchi dejó el Sevilla para trasladarse al Villa en el verano de 2023, tras haber trabajado anteriormente (y disfrutado de un gran éxito) con Unai Emery en España.
Monchi, exjugador del Sevilla, asumió el cargo de director deportivo en 2000, cuando tenía solo 31 años. Durante ese extenso período de tiempo (y descontando solo un par de años cuando se fue a la Roma antes de regresar al Sevilla), se ganó la reputación de identificar y reclutar talentos sin pulir, lo que le valió a su club cientos de millones en ganancias. El ex guardameta era, naturalmente, un jugador muy conocido en Andalucía, pero tras dejar atrás una carrera profesional de la que era un orgullo para reunirse con Emery y poner en marcha un nuevo proyecto en el Villa, Monchi ha disfrutado del cambio en su forma de llevar su vida en Inglaterra.
No tiene la misma exposición que en su país, aunque admite que está creciendo, pero eso le viene muy bien a Monchi. Simplemente se centra en su trabajo.
“Aquí, obviamente, las circunstancias son diferentes [a las del Sevilla], porque no tengo ese puesto”, dijo Monchi a DAZN. “Hay un parapeto delante de mí, que es Unai, ‘el jefe’, y eso me permite centrarme mucho más en mi día a día, concretar mucho más mi rol, con la misma exigencia, los mismos nervios, con la misma responsabilidad, porque mi exigencia es la mayor que hay, eso no ha cambiado en absoluto.
“Disfruto de las victorias y sufro las derrotas por igual, porque soy muy exigente conmigo mismo y, por muy reto que ha sido venir a Inglaterra, una vez te metes en la vorágine intentas conseguir el máximo.
Dentro del aspecto deportivo, es decir, lo que es otra serie de circunstancias que manejé en Sevilla, aquí no tengo por qué hacerlo, y eso me permite una mayor tranquilidad.
“Mi posición pública es mucho menor. Aquí puedo salir a la calle sin que nadie me diga que tengo que fichar a un delantero, aunque eso está cambiando.
Eso lo decía hace un año, pero ahora me están conociendo más… pero no es nada parecido a lo que viví en Sevilla, o en Roma, donde el nivel de exigencia en el día a día también era muy alto.
“Aquí he encontrado un sitio donde puedo trabajar feliz, con un nivel de exigencia alto, que lo pone Unai, pero también lo pongo yo y lo pone el dueño, pero desde una perspectiva mucho más secundaria”.
