El Atlético de Madrid ha hecho público un comunicado oficial sobre el gran suceso del fútbol español en estos momentos: el culebrón de las inscripciones de los jugadores del FC Barcelona Dani Olmo y Pau Víctor.
“El Club Atlético de Madrid quiere mostrar su profunda preocupación por la situación generada en el fútbol español tras la resolución adoptada por el Consejo Superior de Deportes el pasado miércoles. Consideramos que esta decisión pone en peligro el sistema actual, cuestionando las reglas del juego”, comienza el comunicado.
El Barcelona tenía hasta el 31 de diciembre de 2024 para demostrar a LaLiga y a la RFEF (la federación española de fútbol) que era lo suficientemente solvente financieramente como para inscribir a Olmo y Pau Víctor para la segunda mitad de la temporada 2024/25; Olmo había sido inscrito previamente utilizando una excepción creada por una lesión de larga duración del central Andreas Christensen. El Barcelona no cumplió con el plazo de Nochevieja para presentar la documentación necesaria y obtener su aprobación, por lo que el club recurrió al Consejo Superior de Deportes, el consejo nacional de deportes de España, poco después del año nuevo.
Y como era de prever, el CSD (una institución gubernamental literal) acudió al rescate del Barcelona. Argumentando que el Barça correría el riesgo de perder dos activos a cambio de nada (el contrato de Olmo contiene una cláusula que supondría la ruina económica de ese club si se activase), el CSD ha puesto en marcha una medida provisional que ha permitido al club catalán volver a inscribir a Olmo y Víctor, ya que no hacerlo habría “perjudicado los intereses” de LaLiga y de la selección española.
Esta sentencia, que pocos creen que vaya a ser temporal, ha desatado un revuelo en España. Clubes como Las Palmas, Athletic Club y otros consideran que el Barcelona sigue haciendo caso omiso de las normas de tope salarial de la liga y sigue eludiendo sanciones a pesar de haber hecho trampas de forma clara, lo que convierte en una farsa los “estrictos” controles financieros de LaLiga.
“Nuestro club, como todos los socios de LaLiga hasta esta resolución, viene cumpliendo las normas de control económico y las seguiremos respetando”, se puede leer en el comunicado del Atlético. “De hecho, para poder competir al nivel que venimos compitiendo en los últimos años, hemos decidido llevar a cabo diversas ampliaciones de capital, a pesar del enorme esfuerzo que ello supone”.
El mayor aliado del Barcelona en su lucha contra los organismos reguladores del fútbol español no ha sido otro que su “rival” Real Madrid. El veterano presidente del Madrid, Florentino Pérez, ha dicho en muchas ocasiones que los dos clubes tienen que apoyarse mutuamente, ya que desde hace tiempo se los considera los abanderados del fútbol español, una percepción acentuada por años de marketing de LaLiga en torno a Madrid y Barcelona a expensas de los otros 18 equipos que componen la competición. Y el club que más ha molestado a Madrid y Barça al quitarles dos títulos de liga en los últimos 10 años cree que la sentencia del CSD, si no se revoca o se anula, es un presagio de tiempos sombríos por venir.
“Esta intervención del gobierno crea un precedente muy peligroso, ya que abre las puertas a eludir las normas y repetir los graves errores del pasado”, decía el comunicado del Atlético. “El Atlético de Madrid sigue comprometido con el rigor y la gestión responsable. Sin reglas claras e iguales para todos, no es posible una competencia justa”.