Maxi Rodríguez, que hoy cumple 42 años, se convirtió en un héroe de culto del Liverpool durante su etapa en el club.
Cuando el Liverpool recibió por primera vez al Atlético de Madrid en Anfield, en noviembre de 2008, fue un partido plagado de historias.
Y ninguno fue más importante que Fernando Torres. Tras haber fichado procedente del Atleti el año anterior y haberse consolidado como uno de los mejores delanteros del planeta durante su primera temporada en Merseyside, una reunión con el club de su infancia fue el principal tema de conversación cuando se realizó el sorteo de la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Por desgracia, el español se perdería el partido de Anfield por la misma lesión que lo había dejado fuera del primer partido entre los dos equipos en el Vicente Calderón dos semanas antes.
Mientras tanto, en las filas del Madrid figuraban los ex jugadores de los Reds Luis García y Florent Sinama-Pongolle, que volvieron a Anfield, el ex jugador del Manchester United y torturador del Liverpool Diego Forlán, así como los anteriores objetivos de Rafa Benítez Simao Sarbrosa, Sergio Agüero y Tomas Ujfalusi.
El técnico de los Reds, Benítez, había intentado fichar a Simao, que marcó en el primer encuentro entre los dos equipos en la capital española, en el verano de 2005, pero el Benfica le dio la espalda a último momento cuando el extremo portugués estaba en el aeropuerto, a pesar de haber acordado ya una tarifa de 8 millones de libras, por miedo a la reacción de los hinchas.
El Liverpool también había estado en conversaciones para fichar a Agüero del Independiente en 2006, pero Benítez decidió no comprar al entonces joven de 18 años, creyendo que era un riesgo demasiado grande gastar una cifra significativa en el adolescente en ese momento.
Agüero firmaría en su lugar por el Atlético ese verano en un acuerdo de 20 millones de euros. En cuanto a Ujfalusi, más tarde afirmaría que rechazó las propuestas de los Reds en el verano de 2008 a favor de un traspaso al Atleti.
Pero para todos los ex jugadores, rivales y objetivos involucrados en el empate 1-1 en Anfield, esa noche tal vez comenzó a sembrar semillas en las mentes y abrir la puerta a un futuro traspaso al Liverpool.
El capitán del Atlético Maxi Rodríguez había abierto el marcador frente a una Kop vocal, mientras experimentaba Anfield por primera vez, con su primer toque que lo llevó a superar a un estático Jamie Carragher con facilidad antes de disparar cruzado, más allá de Pepe Reina, al ángulo inferior.
Sin embargo, el equipo de la Liga tendría que conformarse con una parte del botín, y tal vez podría sentirse agraviado por tener que hacerlo después de que un polémico penalti de último minuto de Steven Gerrard le diera al Liverpool un empate.
Catorce meses después, Maxi volvería a jugar en Anfield, esta vez junto a Gerrard y compañía, y se convirtió en el último fichaje senior de Benítez.
El argentino, que tenía pocos fondos en el lado rojo de Merseyside mientras Liverpool atravesaba el último año de la condenada propiedad del club por parte de Tom Hicks y George Gillett, se incorporó en enero de 2010 en una transferencia gratuita, con la vista puesta en preservar su lugar en la selección nacional antes de la Copa del Mundo de 2010, tras ver su tiempo de juego repentinamente limitado en el Atleti.
Su fichaje fue visto como una especie de golpe de suerte, especialmente dada la difícil situación financiera del Liverpool en ese momento, y Benítez estaba encantado de poder reforzar su plantilla con un jugador de tanta calidad durante lo que fue una temporada decepcionante.
“Estábamos buscando jugadores con carácter y una buena mentalidad”, dijo el español en ese momento. “Ha jugado para Argentina y el Atlético de Madrid y es un jugador con personalidad.
“Puede jugar en tres posiciones: en la derecha, izquierda o como segundo delantero, y es alguien con una mentalidad muy positiva, que es lo que estamos buscando.
“Se siente cómodo con el balón, puede pasar y mantener la posesión. EspañolEs bueno entrando al área y marcando goles, además de ser un buen rematador. Cada año marca entre cinco y quince goles desde el lado derecho del mediocampo.
“Sé que no lo estaba haciendo tan bien como en el pasado en el Atlético de Madrid, pero lo está haciendo muy bien con Argentina y quiere impresionar de cara al Mundial”.
Benítez continuó: “Rodríguez será un tipo diferente de jugador para nosotros y también competencia para Dirk Kuyt en el lado derecho, junto con Nabil El Zhar y Yossi Benayoun.
“Nos dará la oportunidad de manejar a algunos de los otros jugadores y darles descanso si es necesario para mantener el nivel del equipo. Conoce a Mascherano y Torres y puede ser un impulso para algunos jugadores.
“Creo que se adaptará al fútbol inglés porque es un jugador inteligente y ocupa buenas posiciones en el campo. Es una cuestión de adaptarse al ritmo del juego y necesitará algo de tiempo, pero con estos jugadores alrededor será más fácil para él.
“He estado hablando con él y está muy contento y preparado para venir aquí. Le he dicho lo que esperamos de él y está listo para el desafío”.
Sin embargo, Maxi admitiría más tarde que tuvo que decirle una “pequeña mentira” a su nuevo entrenador para asegurarse de que el traspaso se concretara, una mentira que casi le salió por la culata.
“Rafa me dijo que era muy importante que todos hablaran inglés en el vestuario”, reveló. “Me preguntó si sabía hablar el idioma y le dije: ‘Sí, por supuesto, mantén la calma’.
Por supuesto, no quería que las negociaciones fracasaran, así que dije una pequeña mentira.
“Cuando llegué a Inglaterra, hubo una conferencia de prensa y Rafa me dijo que él hablaría primero y luego continuaría yo. Fue entonces cuando lo agarré y le dije: ‘mira Rafa, necesito confesarte algo. No sé inglés. Lo único que sé es decir hola’.
“Rafa me dijo: ‘eres un hijo de p***’. Pero los dos nos reímos y después aprendí a hablar inglés.
“Yo era muy bueno en el Atlético. Era el capitán y conocía muy bien la ciudad. Pero el fútbol inglés me volvía loco y quería jugar allí”.
La predicción de Benítez finalmente se cumpliría, ya que Maxi se tomó su tiempo para adaptarse al fútbol inglés antes de cumplir su promesa de goleador. Desafortunadamente para Benítez, llegaría después de que sus malas actuaciones le costaran el puesto.
Maxi, que jugó 17 partidos en su primera mitad de temporada en Anfield, marcó un gol y dio tres asistencias para que el Liverpool terminara en un decepcionante séptimo puesto, mientras que él no pudo disputar la Copa cuando los Reds sufrieron una derrota en semifinales de la Europa League a manos de su antiguo club, el Atlético.
Maxi, que todavía estaba asegurándose un lugar en la selección de Argentina para la Copa del Mundo y participó en los cinco partidos de su equipo, en los que sufrieron una derrota en cuartos de final a manos de Alemania, se aseguraría el estatus de héroe de culto en Anfield bajo las órdenes de los nuevos entrenadores Roy Hodgson y más tarde Kenny Dalglish.
Marcó tres goles contra el Fulham y el Birmingham City en las últimas semanas de la temporada 2010/11 para terminar la campaña con 10 goles en 35 apariciones y ganarse su propio cántico en The Kop en el proceso.
Es cierto que su tiempo de juego se volvió algo limitado en su última temporada en Anfield, pero aun así marcó dos goles memorables en las victorias a domicilio sobre el Chelsea y contribuyó al éxito de la Copa de la Liga del Liverpool y a su camino a la final de la Copa FA.
Maxi, que pudo regresar a Argentina y a su primer club, Newell’s Old Boys, tras el nombramiento de Brendan Rodgers como entrenador de los Reds, a pesar de que le quedaba un año de contrato, se marchó de Anfield con 17 goles en 73 partidos y una medalla de campeón.
Envió una carta abierta a los aficionados tras su salida de los Reds y compartió el honor que sentía por poder jugar en el club. “Antes de fichar por el LFC, veía al club como una de las mayores instituciones del fútbol”, escribió.
“Después de mi estancia aquí puedo confirmar que no sólo es un gran club, sino también una gran familia.
“He intentado darlo todo cada día que he llevado el escudo del LFC. Ha sido un gran honor defender esta camiseta durante dos años y medio.
Vuelvo a casa con una maleta llena de grandes recuerdos, buenos amigos dentro del equipo y también dentro de esta gran familia que trabaja cada día en el club.
“Muchas gracias por vuestro apoyo. NO os podéis imaginar el gran honor que fue para mí cuando The Kop cantó: ‘Maxi, Maxi Rodríguez corre por la banda para mí da da da da dada…’ Hasta la vista”.
La carrera de Maxi en el Liverpool puede que no haya sido la más larga ni la más exitosa, pero sin duda hizo sentir su presencia, tanto en el campo como en los corazones de los aficionados.
Y el inicio de su viaje con los Reds empezó realmente en Anfield en noviembre de 2008, en una noche en la que en realidad no corrió por la banda para ellos.
