
Antony fracasó en el Manchester United, pero está brillando en el Real Betis y sabe lo que es la presión, ya que anteriormente “jugó contra narcotraficantes”.
El internacional brasileño creció en la infame favela Inferinho, a las afueras de São Paulo, que se traduce como “Pequeño Infierno”. Como era de esperar, aprendió muchas lecciones importantes de la vida en la escuela de la vida.
Antony nunca se acobardó ante un desafío, y lo ha demostrado profesionalmente últimamente tras recuperar la chispa perdida durante su cesión en España. Tras ser descartado en Old Trafford tras un traspaso de 85 millones de libras (110 millones de dólares) en 2022, el jugador de 25 años se ha ganado muchos elogios en Andalucía.
Antony le contó a DAZN por qué le resulta fácil ignorar supuestos problemas en su carrera futbolística: “Cuando me preguntan sobre la presión, digo ‘¿Qué presión?’. Enfrenté presión en la favela cuando no tenía zapatos para jugar, jugué contra narcotraficantes y todo eso. Esa era una presión real.
“Cuando salía por la mañana para ir a la escuela, a menudo no comía. Así que cuando paso por momentos difíciles, siempre pienso en los desafíos que superé en el pasado”.
Antony ya había contado a The Players’ Tribune sobre sus experiencias de joven en Brasil: “Una mañana, caminando a la escuela, cuando tenía unos 8 o 9 años, me encontré con un hombre tirado en el callejón. No se movía. Cuando me acerqué, me di cuenta de que estaba muerto.
En la favela, uno se vuelve un poco insensible a estas cosas. No había otra salida, y tenía que ir a la escuela. Así que simplemente cerré los ojos y salté sobre el cadáver. No lo digo para parecer duro. Era simplemente mi realidad. De hecho, siempre digo que tuve mucha suerte de niño, porque a pesar de todas nuestras dificultades, recibí un regalo del cielo.
“El balón fue mi salvación. Mi amor desde la cuna. En Inferninho, no nos importan los juguetes de Navidad. Cualquier balón que rueda es perfecto para nosotros. Me negaba a inclinar la cabeza ante nadie. Les hacía un favor a los narcotraficantes. Les hacía un favor a los conductores de autobús. Les hacía un favor a los ladrones. Realmente me importaba un comino. Con el balón en los pies, no tenía miedo.
Antony está demostrando esas cualidades una vez más, con cuatro goles y otras tantas asistencias en 11 partidos con el Real Betis. Siguen interesados en firmar una cesión extendida, pero ya se ha hablado del interés de equipos como el Bayern de Múnich antes del próximo mercado de fichajes.