
En noviembre de 2024, Cerezo declaró rotundamente a Simeone “intocable” en el club, desestimando cualquier especulación sobre la salida del argentino. Afirmó: “Estamos contentos con el entrenador, tenemos una buena plantilla.
Estamos entre los tres primeros de la liga y cerca del líder. El entrenador no se irá, nadie se irá, todos estamos contentos”. Esto pretendía acallar los rumores y proyectar estabilidad.
El silencio de Simeone alimenta la especulación
En cambio, Simeone se ha mantenido evasivo sobre su futuro. Presionado por los periodistas, evadió el tema, centrándose únicamente en los próximos partidos y evitando hablar de extensiones de contrato. Este silencio no ha hecho más que intensificar las especulaciones sobre sus intenciones.
Surgen tensiones subyacentes
Según informes, la insatisfacción de Simeone podría deberse a las políticas de fichajes del club. Cabe destacar que el fracaso del Atlético de Madrid en fichar a jugadores clave, como el delantero sueco Viktor Gyökeres, debido a limitaciones financieras, ha frustrado al entrenador. Cerezo reconoció la incapacidad del club para alcanzar la valoración de 100 millones de euros que el Sporting CP hizo por Gyökeres, lo que indica una desconexión entre las ambiciones de Simeone y las estrategias financieras del club.
Se acerca un momento crucial
A medida que avanza la temporada, la situación contractual pendiente se agudiza. El contrato actual de Simeone vence pronto, y sin un compromiso claro, la incertidumbre nubla el futuro del club. Si bien Cerezo mantiene públicamente su confianza en retener a Simeone, el silencio del entrenador y sus frustraciones subyacentes sugieren una posible encrucijada para el Atlético de Madrid.
Los próximos meses serán cruciales para determinar si esta histórica colaboración continúa o si un nuevo capítulo aguarda tanto al club como a su veterano entrenador.